
De niña crecí en un pequeño pueblo llamado Hoorn. Un pueblo marinero muy antiguo, cuyo nombre se puede traducir como Unicornio. Si observas de cerca los edificios, puedes ver representaciones de unicornios y sirenas por todas partes. ¡Así que supongo que es normal que esté obsesionada con los cuentos de hadas!
A lo largo de los años me he convertido en una profesional del arte comunitario, trabajando en proyectos que intentan borrar tabúes o abordar algo que necesita una voz. Aparte de eso adoro crear pinturas y esculturas que aborden problemas sociales.
En Taller Balam participó en la exposición colectiva Con otro acento